lunes, 16 de agosto de 2010

Cuando se habla de la importancia de que los niños tengan acceso a buenos libros, es probable que el maestro o promotor oriente al alumno hacia “la gran literatura”. Sin embargo, es importante permitir que los niños escojan libros que el adulto no considere buena literatura, como las historietas, los libros sobre personajes de televisión, películas, o, en caso de lectores adolescentes, las novelas rosas o de misterio y terror. Con frecuencia, los niños buscan lo que les es cómodo y familiar, y si este tipo de textos son necesarios para que en determinado momento se acerquen a una literatura más desafiante y que demande más de ellos como lectores, entonces, es necesario considerarlos e incluirlos en el programa. No sin razón, el escritor Richard McKenna decía que “cualquier libro que ayude a un niño a formarse el hábito de la lectura, para que haga de la lectura necesidad profunda y continua, es un buen libro”. El alumno, sin embargo, no es el único a quien el libro debe cautivar. El entusiasmo del maestro es crucial. Los niños detectan de inmediato cuando un docente o sus padres, disfrutan—o no— el libro que se están leyendo, por lo cual es muy importante que el promotor se involucre en la selección de las obras (a diferencia del personal de ventas o el director de la escuela) y que las disfrute.

1 comentario:

  1. Hola María Elena,
    ¿sufrimos, no?. Se ve que has trabajado el texto cpon minuciosidad antes de subirlo. la lectura es amena y se puede seguir sin problemas. Espero que podamos seguir con trabajos de igual calidad y superior.
    Sólo una pregunta, ¿por qué se publicó dos veces el mismo artículo?

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